El médico veterinario no hace el juramento hipocrático, pero esto no lo libera de las obligaciones morales y éticas hacia sus pacientes y sus dueños.
Tratemos de comprender el mundo de la ética médica desde la perspectiva profesional: lo que un médico veterinario debe y no debe hacer en relación con sus pacientes (animal + dueño) y sus colegas.
Tabla de Contenidos
Primer principio
¡No hacer daño!
Es el primer principio de la ética veterinaria, esto significa que el médico veterinario debe hacer un diagnóstico preliminar (si es necesario, prescribir estudios adicionales) y prescribir un tratamiento apropiado que corresponda al estado actual del paciente y las capacidades de su propietario.
Si el caso requiere una calificación veterinaria limitada, lo mejor para convencer al dueño del animal es contactar a otro especialista o convocar a un consejo médico.
Segundo principio
Se requiere informar de manera competente al dueño del animal sobre el curso de un tratamiento adicional y sobre su papel en él, informar en detalle sobre las citas y enseñarles a realizarlas correctamente.
Tercer principio
Si la condición del paciente es grave o se prescribe una operación compleja, el médico veterinario está obligado a informar sobre las posibles consecuencias letales, que podría acarrear la intervención quirúrgica.
En casos de operaciones complicadas, la confianza excesiva al tratar de dar una garantía al dueño (incluso si se exige) es inapropiada.
Cuarto principio
Al realizar exámenes y manipulaciones médicas al animal, el especialista veterinario debe comportarse con calma, si es posible, evitar el miedo y la agresión del animal, no causarle dolor y tampoco descuidar los métodos de tratamiento y cuidado del paciente de cuatro patas.
Quinto principio
Un médico veterinario debe ser cortés, discreto, de sangre fría, estar siempre listos y preparados para lo inesperado; por lo general, una atención al paciente requiere una respuesta inmediata y oportuna.
Sexto principio
En caso de un pronóstico desfavorable durante el curso de la enfermedad del paciente, el médico veterinario debe notificar al cliente al respecto.
Séptimo principio
La práctica de la eutanasia como medida que pone fin al sufrimiento de un animal es permisible, pero la decisión sobre el mismo la toma el propietario, basándose en sus posibilidades de conllevar las consecuencias posteriores.
Octavo principio
En la medicina veterinaria, la base de la ética corporativa es el tabú sobre la discusión de las acciones y los métodos de tratamiento de los colegas.
La crítica y la difamación son irrelevantes y poco constructivas para la rama médica.
Noveno principio
Un especialista en clínica veterinaria no debe poner sus intereses mercantiles a la vanguardia, y también no discutir los aranceles establecidos de los servicios veterinarios con los clientes.
La relación con los pacientes debe basarse en la confianza.
Décimo principio
El médico veterinario no tiene derecho a rechazar asistencia, citando empleo, el final de la cita, la inutilidad del servicio médico. ¡Está obligado a brindar auxilio! En casos extremos el profesional, debe redirigir al paciente a otro especialista, asegurándose de que lo acepte de manera oportuna.
Décimo primer principio
Los experimentos en el tratamiento de animales, el uso de métodos no incluidos en la práctica generalizada es un tema controvertido y discutible para la deontología.
Volviendo al principio fundamental: ¡NO DAÑE!
Décimo segundo principio
Toda situación posible en el tratamiento de animales no se puede poner en el marco de puntos estrictos y secos.
En casos ambiguos, en primer lugar, el veterinario debe guiarse por los principios del humanismo y confiar en sus altas cualidades personales: amabilidad, inteligencia y voluntad.
saludo muy bueno los temasd
Me encantó todo lo que a perdí
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