El uso de estas recomendaciones puede reducir significativamente la cantidad de estrés emocional entre los estudiantes en el proceso de aprendizaje, mejorar la calidad de la formación y la estabilidad psicológica de los futuros médicos veterinarios.
Tabla de Contenidos
Generalidades
Ante situaciones agudas e impredecibles, incluso al realizar procedimientos de examen de rutina y realizar manipulaciones simples.
El trabajo de un veterinario requiere una cierta estabilidad psicológica.
El principal problema de la formación de las cualidades psicoemocionales correspondientes a los futuros veterinarios es que no todos los estudiantes de las universidades relevantes eligen conscientemente su profesión.
Comprenden sus características específicas y están preparados para ciertas situaciones estresantes tanto durante la formación como en el trabajo independiente posterior.
Una parte bastante significativa de los estudiantes son personas que ingresaron por consejo de conocidos, que aprovecharon ciertos privilegios, por insistencia de sus padres, o por otras razones igualmente “de peso”.
Sin embargo, la tarea de la universidad es educar a un especialista veterinario de pleno derecho de cada nuevo estudiante.
En el proceso de formación, los futuros veterinarios tienen que superar determinadas situaciones que amenazan con un posible estrés psicoemocional, estrés psicológico e incluso un colapso emocional.
La estabilidad psicológica de un especialista se prueba cada vez para determinar su fuerza, por un lado, trabajando con un animal enfermo, y por el otro, comunicándose con un dueño confundido, ofendido o incluso enojado.
Por tanto, la formación psicológica de los futuros veterinarios debe realizarse en dos dimensiones: formación en habilidades prácticas y relaciones interpersonales morales y éticas.
Aquí se enumeran algunas de las situaciones más típicas que surgen en el trabajo práctico con animales y pueden llevar al estudiante a un estrés emocional.
Riesgo de lesiones
El trabajo de un veterinario implica un examen clínico completo de acuerdo con reglas conocidas y con la fijación adecuada de un animal enfermo, sin embargo, siempre existe un cierto riesgo de lesión, por ejemplo, al examinar la cavidad bucal.
Este riesgo aumenta significativamente en los casos en que el propio animal experimenta miedo y dolor, y el examinador experimenta estrés emocional durante el trabajo.
Se sabe que los habitantes de las ciudades experimentan ciertos miedos al ver grandes animales de granja, y más aún cuando es necesario trabajar con ellos.
Si un estudiante se lesiona al examinar un animal, entonces este evento puede causarle miedo y dudas durante los exámenes posteriores, lo que aumenta aún más el riesgo de volver a lesionarse y refuerza una reacción afectiva negativa.
Es necesario explicar y repetir regularmente a los futuros veterinarios que cualquier manifestación emocional provoca la liberación de adrenalina, la “hormona de la ira y el miedo”, al olor del cual muchas especies de animales son muy sensibles, por ejemplo, representantes del orden de los depredadores.
Los animales no son capaces de distinguir la agresión del miedo por el olor a adrenalina y, por lo tanto, reaccionan en respuesta a este olor de la misma manera: una reacción de ataque defensivo.
Durante los exámenes educativos de un animal
Es necesario tomar mayores medidas de seguridad para los estudiantes.
El docente debe demostrar que las acciones confiadas y tranquilas al examinar al animal no provocan respuestas agresivas por parte de este último y, a la inversa, el miedo y la incertidumbre o el aumento de la emocionalidad y agresividad provocan que el animal responda a acciones afectivas y agresivas.
Con lo que se forman, se consolidan las habilidades prácticas y manejo seguro y confiado de los animales.
Aversión y sentimiento de disgusto
Por un lado, la práctica veterinaria siempre está asociada con el dolor y sufrimiento de los animales.
Por otro lado, los animales enfermos, especialmente después de lesiones o con enfermedades crónicas graves, tienen un aspecto desordenado y descuidado, a menudo con pelo y piel sucios, rastros de heces, heridas sangrantes, purulentas-necróticas con un olor fuerte y desagradable correspondiente.
Casi siempre, estos animales requieren no solo atención veterinaria calificada, sino también medidas básicas de higiene.
Sin embargo, son precisamente los procedimientos sanitarios e higiénicos los que provocan una aguda hostilidad y disgusto entre algunos miembros del personal de servicio de las instituciones veterinarias y las explotaciones ganaderas, especialmente aquellos que inician la actividad práctica.
Los profesores deben prestar la máxima atención a los estudiantes al hecho de que el cumplimiento de las normas de higiene y saneamiento en relación con los animales y las instalaciones en las que se mantienen es un vínculo tan necesario en el proceso de tratamiento como el examen, el diagnóstico correcto y las manipulaciones prácticas.
Es necesario explicar regularmente que la suciedad y las condiciones insalubres son las principales razones para el desarrollo de infecciones secundarias
Que la presencia prolongada de un animal en una habitación sucia puede conducir al desarrollo de enfermedades y complicaciones concomitantes, por ejemplo, lesiones cutáneas que se desarrollan como resultado de la irritación de la orina y las heces.
Además, los miembros de la familia canina a menudo desarrollan coprofagia, que puede provocar una intoxicación aguda del cuerpo con heces.
Desafortunadamente, el disgusto hacia los animales enfermos descuidados se supera de una sola manera.
El futuro especialista realiza regularmente las funciones de personal técnico para la limpieza de las instalaciones y los servicios sanitarios e higiénicos para los animales enfermos, con estricto cumplimiento del horario apropiado.
A su vez, no se recomienda al profesor eludir el desempeño de estas funciones él mismo, demostrando con su propio ejemplo que no existen manipulaciones principales y secundarias en la medicina veterinaria, sino que existe un único proceso de tratamiento orientado a preservar la vida y salud del animal.
Miedo al realizar manipulación práctica
Un aspecto importante de la enseñanza de las disciplinas veterinarias es enseñar a los estudiantes las habilidades prácticas básicas del trabajo.
Realizar varias inyecciones, venopunción y venesección, tratamiento de heridas limpias y purulentas-necróticas, operaciones quirúrgicas simples.
En el curso de fisiología, los estudiantes estudian el trabajo de los órganos internos, el corazón y el sistema nervioso, realizando los llamados “experimentos agudos”, generalmente acompañados de la eutanasia del animal después de la finalización del experimento.
El curso de cirugía veterinaria sin falta contiene una variedad de operaciones demostrativas realizadas en varios órganos y partes del cuerpo de los animales.
Permiten a los futuros veterinarios demostrar diversas técnicas de manipulación quirúrgica, y algunas de ellas son realizadas por estudiantes de forma independiente bajo la guía y asistencia de un maestro.
Como ha demostrado la práctica docente, cualquier manipulación independiente, especialmente la intervención quirúrgica y los experimentos agudos, puede provocar el desarrollo de tensión psicoemocional (estrés) en los estudiantes, especialmente en aquellos que realizan tales acciones por primera vez.
La observación pasiva de las acciones del maestro también conduce regularmente al desarrollo del estrés.
Un grado leve de estrés emocional suele ir acompañado de miedo y una negativa categórica de los estudiantes a realizar las manipulaciones propuestas, incluso las más simples, hasta faltar a las clases prácticas.
Los grados moderados a severos pueden manifestarse como mareos, desmayos y crisis emocionales.
El estrés psicoemocional no solo conduce a una disminución en la asimilación de material práctico por parte de los estudiantes, sino que también a menudo resulta en su negativa a realizar una intervención quirúrgica.
¿Cómo lograr la estabilidad psicológica del estudiante?
Para formar la estabilidad psicológica necesaria y la compatibilidad entre sí en los estudiantes al realizar algunas acciones prácticas, incluidas las colectivas, el maestro debe seguir un cierto esquema para preparar y conducir las clases.
Cabe señalar que las tensiones emocionales más graves acechan al estudiante y al médico, no cuando se realizan procedimientos particularmente difíciles, sino cuando se realizan las manipulaciones de rutina más simples.
La razón de esta paradoja radica en el hecho de que el próximo procedimiento complejo obliga al especialista a adaptarse de antemano a las dificultades en su implementación y a prever posibles complicaciones.
Mientras que los procedimientos y manipulaciones simples pueden confundir incluso a un especialista experimentado en el caso de que el proceso de rutina se acompañe de complicaciones inesperadas.
El docente debe planificar con anticipación la realización de ejercicios prácticos con exámenes educativos de animales de diferentes especies y el mantenimiento de sus lugares de detención, el desarrollo de manipulaciones prácticas, especialmente en la preparación y realización de demostraciones.
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