Frecuentemente se presenta en canes de raza grande y de porte alto.
Los perros de raza grande son los que tienen la tendencia a presentar esta anomalía, como por ejemplo la displasia en el perro pastor alemán.
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Desarrollo y sintomatología
Normalmente, la cabeza femoral superior se localiza profundamente en la cavidad glenoidea de la pelvis.
En presencia de patología (displasia de la articulación de la cadera), las superficies articulares de la parte superior de la cabeza del hueso de la cadera y la cavidad glenoidea de la pelvis no coinciden de manera óptima.
Lo que se manifiesta muy bien cuando el perro está de pie sobre sus patas traseras: un pastor alemán (o un perro de otra raza) es muy inestable.
Esta enfermedad altera la firmeza del perro, cuando aparece una reacción dolorosa, el animal, con el fin de reducir la carga en las extremidades traseras, comienza a transferir más el peso del cuerpo a las delanteras.
Por lo que la patología también puede manifestarse como problemas en las patas delanteras, aunque la causa será la displasia de cadera.
En consecuencia, un perro con tal patología no puede transportar las cargas requeridas y pierde sus cualidades de servicio.
La enfermedad altera la biomecánica del movimiento de las extremidades traseras. La posición estática del torso ya no corresponderá a la norma.
En los movimientos de las extremidades traseras, aparece inestabilidad, las articulaciones de la cadera y la rodilla experimentan una sobrecarga severa.
Todo esto aumenta enormemente el riesgo de desarrollar procesos degenerativos (cambios estructurales y deterioro de la función de los órganos).
Los pasos del perro enfermo se verán alterados en cualquier caso, pueden ser demasiado anchos o demasiado estrechos, pero no de acuerdo con la norma.
Pronóstico de displasia de las articulaciones de la cadera
Teniendo en cuenta el hecho de que la displasia en el perro pastor alemán de cadera es casi siempre grave, se puede clasificar como una enfermedad incurable de los perros.
En el mejor de los casos, como resultado de un tratamiento conservador o una cirugía, es posible lograr una reducción significativa de los síntomas de la enfermedad (el tratamiento conservador en perros jóvenes es especialmente efectivo).
Pero los perros de la raza pastor alemán, la recuperación nunca será de manera completa.
En general, el pronóstico para esta enfermedad es desfavorable, aunque son posibles casos de normalización del estado general del animal como resultado de una terapia compleja, y en perros jóvenes, la patología existente puede volver a la normalidad durante el desarrollo.
Tratamiento de la displasia de las articulaciones de la cadera con preparaciones para el talón
Un régimen de tratamiento para pastores alemanes, desarrollado por especialistas veterinarios y con repetidos resultados positivos en perros jóvenes.
Placenta compositum y Coenzimecompositum se inyectan en una jeringa, por vía subcutánea, en una dosis de 2,0 ml cada una, una vez a la semana, 5-10 inyecciones, si es necesario, y más, hasta que la condición se normalice por completo.
La placenta aumenta el suministro de sangre a los tejidos y Coenzimecompositum libera y estimula los sistemas enzimáticos bloqueados en enfermedades degenerativas, así como en caso de función enzimática insuficiente en la fase celular de la patología.
Suministrar fármacos para normalizar el metabolismo del calcio y compensar la falta de calcio en el cuerpo.
En casos severos se utiliza la intervención quirúrgica para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida del animal, y en casos especialmente severos, la extirpación quirúrgica de la cabeza femoral, que reduce el efecto doloroso y previene la aparición de cojera.
Al mismo tiempo, el uso de medicamentos veterinarios homeopáticos tanto en el período pre como postoperatorio puede reducir significativamente el riesgo de complicaciones y acortar el período de recuperación después de la cirugía.
Prevención
Aunque esta técnica no tiene una confirmación científica completa, suele dar excelentes resultados en la práctica.
Dar cachorros desde el nacimiento hasta el destete de vitamina C (ácido ascórbico o ácido ascórbico) en forma líquida, en una dosis (aumentando gradualmente) de 50 a 200 mg, y de 3 semanas a 4 meses (nuevamente aumentando gradualmente) hasta 500 mg, desde los 4 meses y hasta los dos años en una dosis de 1-2 g al día: le permite prevenir el desarrollo de displasia incluso en cachorros del género en el que se observó esta patología.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, a diferencia de los medicamentos homeopáticos, el uso de preparaciones vitamínicas tradicionales puede traer no solo beneficios, sino también daños al cuerpo (hipervitaminosis, trastornos metabólicos, deterioro de la función renal, etc.).
Por lo tanto, el uso de tales medicamentos debe llevarse a cabo solo por recomendación y bajo la supervisión de un veterinario.